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Hace algunos meses, cuando la Sala Plena del Tribunal Supremo de Justicia, me honró al designarme Directora General
del Sistema Autónomo de la Defensa Pública, este momento parecía estar bastante lejano y para muchos cuesta arriba. Pero una vez más debo agradecer a Dios, a la vida, a mi país, a mis compañeros magistrados que depositaron en mi su confianza y a ese maravilloso equipo de hombres y mujeres que me acompañan en esta experiencia, quienes con su trabajo, apoyo y colaboración inagotable hacen posible que hoy nos encontremos y tengamos la satisfacción de cristalizar una de las metas pautadas en el momento que asumimos la conducción de la Defensa
Pública: el aumento significativo del número de Defensores.
Este hecho, contribuye en forma directa a dar celeridad a los procesos judiciales y atender un mayor número de causas en el corto plazo. Garantizar el "Acceso a la Justicia" a todos los ciudadanos, es el mayor de los compromisos que tenemos delante de nosotros. En Venezuela, se está produciendo un extraordinario proceso de transformación, profundo, necesario, y para orgullo de los que habitamos este país, se está dando en el marco del respeto a nuestro Estado de Derecho, y dentro de un clima de paz, muy a pesar de las constantes amenazas de sectores adversos a los intereses del pueblo y de numerosos intentos fallidos por romper el hilo democrático. Pero lo más importante, es que ha conllevado a la dignificación de la inmensa mayoría de los venezolanos, que han depositado su fe y esperanza de un futuro mejor, en las manos de quienes tienen la conducción del país y de los que liderizamos las instituciones venezolanas. Hoy la participación activa de la comunidad tiene, como nunca antes, la expresión más alta y genuina que se haya dado en nuestra historia reciente. Es por ello que quiero darles la bienvenida a las Defensoras y Defensores Públicos que se incorporan, pero antes dejar claro que el mayor compromiso real que tenemos es dar garantía que los verdaderos protagonistas de esta institución son los venezolanos. Que nuestro trabajo está dirigido fundamentalmente a garantizar el Derecho a la Defensa, consagrado en nuestro texto constitucional, para lo cual tenemos pautado entre otras metas presentar ante la Asamblea Nacional un Proyecto de Ley Orgánica, que incorpora nuestras competencias en materia Laboral y Agraria, lo que representa sin duda un elemento innovador, que permitirá la asistencia integral a los ciudadanos en estas áreas. Asimismo, considero importante señalar que ustedes ingresan a la Defensa en un momento de especial significación, en cuanto a los nuevos senderos por los que nos tocará transitar, y que tengo la seguridad, lo haremos con abnegación, firmeza, constancia y a lo que debemos sumarle un elemento indispensable en el desarrollo de la actividad laboral y profesional que realizamos: una profunda fe en el ser humano, en su capacidad para rectificar. Si no creemos en lo que hacemos, si no tenemos la convicción de que el hombre puede equivocarse y que tiene el derecho a rectificar, que lo hace por diversas circunstancias y que este es un problema no sólo de orden jurídico, sino de una trascendencia mucho más profunda, de tipo social, que la verdadera transformación se inicia en el interior de cada individuo, que allí comienza la revolución en la conciencia y el sentir personal e individual del ser humano, entonces no estaremos en capacidad de hacer lo que nos corresponde como funcionarios públicos, y ustedes no podrán cumplir cabalmente con esta inmensa, pero hermosa responsabilidad que hoy se les asigna. Esta nación, que por años generó en sí misma grandes desigualdades y abismos sociales hoy difíciles de superar, pero no imposible, se abre paso a un futuro mejor, de justicia plena. Esa es la patria que queremos construir, donde estemos en igualdad de condiciones, y hoy ratifico ante ustedes que en la Defensa Pública, damos cabida a todos los venezolanos que requieran de nuestra asistencia, y cuando me refiero a "todos" quiero decir que hay espacio para la libertad de pensamiento. Nuestro único color es el de la esperanza, nuestro presente el de la solidaridad con la gente y el compromiso es con el futuro de los jóvenes y de los niños de nuestra amada patria. Otro punto que debo mencionar, es el problema penitenciario, que efectivamente y como todo el país conoce, es un hecho que actualmente nos preocupa y en este momento es una de las prioridades que tiene la Defensa: contribuir desde esta institución a alcanzar salidas y acuerdos que permitan aliviar esta situación. Hemos reforzado las guardias en las cárceles, donde las Defensoras y Defensores Públicos permanecen constantemente atentos a cualquier hecho que pueda agravar la situación. Sabemos que no es sencillo, pero para nadie es secreto que esto es producto de años de desidia, olvido e inoperancia, que no podemos los órganos del Estado, ni el Poder Judicial resolver de manera inmediata, lo que durante décadas otros se encargaron de fabricar y hoy pretenden entorpecer los avances que estamos realizando. Y esto tenemos que decirlo, hay quienes de una manera cruel, inhumana e inexplicable, utilizan la crisis carcelaria como bandera para descalificar el trabajo que se está realizando y crear focos de desestabilización. Por lo que, una vez más, hacemos un llamado a la población penitenciaria a no dejarse manipular; estamos trabajando el Tribunal Supremo de Justicia, la Defensa Pública, el Ministerio de Interior y Justicia, el Ministerio Público y la Defensoría del Pueblo, de manera incansable para lograr la construcción de un sistema penitenciario que dignifique al ser humano, donde quienes allí se encuentran, puedan desarrollarse y transformarse en ciudadanos útiles para el país. No es sencillo, pero tenemos la firme decisión y voluntad para lograrlo. A ustedes les pido que participen con firmeza, con entrega absoluta, hoy necesitamos del compromiso de todos para salvar a nuestro país que ha sido maltratado, que nos pertenece y que hoy intenta sanar sus heridas, donde se abre paso al nacimiento de un nuevo pensamiento; estamos en la hora del renacer de la patria, no podemos, ni debemos rendirnos. El llamado lo hago no sólo en mi carácter de Directora General de la institución, sino como venezolana que siente el país y que quiere contribuir desde este espacio con su esfuerzo, a hacer de la República Bolivariana de Venezuela una patria grande y generosa. Este acto tiene una especial significación para muchos de los que se juramentan como Defensoras y Defensores Públicos. La gran mayoría de ustedes han esperado durante bastante tiempo este momento. Casi la totalidad de los presentes han sido suplentes por un largo período y esperaron pacientemente el momento y la oportunidad. Muchos de los rostros que estamos aquí, ya nos conocemos pero en circunstancias diferentes. Un día transitamos juntos otros pasillos y estuvimos en lo particular en posiciones distintas, pero esos pasillos se ensancharon, nos llevaron a otros y volvimos a encontrarnos, esta vez para satisfacción de todos. Debo confesarles qué bien me siento por propiciar de alguna manera este acto, que simplemente reivindica a quienes tienen sobrados méritos para ser designados Defensoras y Defensores Públicos. Llegue a todos ustedes mis felicitaciones, mi palabra de solidaridad y la ratificación de mi compromiso y el de esta directiva, que las puertas de la Defensa Pública estarán abiertas a ustedes, sientan que el despacho que ocupo les pertenece. Estamos claros que como todo en la vida esto es una circunstancia, sin embargo pretendemos abonar el camino, y dejar las bases para la solidificación de una institución al servicio de la defensa de los más nobles intereses del país. Finalmente no puedo despedirme sin agradecer al Magistrado Dr. Omar Mora Díaz, Presidente del Tribunal Supremo de Justicia, pero lo hago no sólo en su condición de máximo representante del Poder Judicial, también como compañero de batallas, luchas, sueños, derrotas y victorias, en fin, como un gran "compañero de viaje" como diría nuestro excelso poeta barinés Orlando Araujo. Este viaje lo emprendimos juntos hace muchos años, algunos no llegaron aquí, dieron la espalda y prefirieron tomar el camino más fácil pero menos digno, y a otros los obligaron a marcharse antes, a través de sus prácticas de horror, pensaban que matando al hombre podían matar también su pensamiento y detener el amanecer, pero se equivocaron y se equivocan ahora, su ejemplo de coraje y valentía nos acompaña e impulsa a no dudar un minuto, que el momento de victoria definitiva de la patria está frente a nosotros, sus voces viven en la voz del pueblo. Reciba Magistrado Mora un abrazo siempre fraterno y las gracias infinitas por su apoyo. A ustedes colegas, amigos, al equipo de trabajo que participó en esta actividad, fundamentalmente al Dr. Daniel Ramírez, Coordinador General de la Defensa Pública, a la Dra. Betzaida Pérez Santoyo, Coordinadora de Actuación Procesal, a los funcionarios de la Coordinación de las Unidades de Defensa y de una manera muy especial a Chelín Noriega, Jefa de Despacho en la Defensa Pública, no hay palabras para expresar la gratitud, por sus días sin descanso y por su arduo trabajo; sin ustedes nada de esto fuera posible. Y a nuestros nuevos Defensores, me despido con la frase del inmortal canta-autor venezolano Alí Primera, "Nosotros hagamos la historia y que otros las escriban en un mundo mejor". Muchas gracias y mucho éxito. |