Palabras de la doctora Cecilia Sosa Gómez, Presidente de la Corte Suprema de Justicia de la República de Venezuela, como Presidente de la Organización de Cortes Supremas de las Américas, en el marco de la Segunda Reunión de Ministros de Justicia o de Ministros o Procuradores Generales de Justicia de las Américas, realizada en Lima, Perú, los días 1, 2 y 3 de Marzo de 1999

Ejerzo la Presidencia de la Corte Suprema de Justicia de la República de Venezuela, y con tal carácter fui designada Presidente de la Organización de Cortes Supremas de las Américas, organización hemisférica única en el continente.

La Carta que da creación a esta Organización data de 1996, teniendo como objeto constituirse en un foro neutral para el intercambio de información y el debate de asuntos judiciales de interés, con la finalidad de fomento y fortalecimiento de la independencia judicial y el Estado de Derecho, así como el adecuado trato constitucional que corresponde al Poder Judicial como organismo fundamental del Estado.

Como organización hemos suscrito hace un mes con el doctor César Gaviria Trujillo, Secretario General de la Organización de Estados Americanos, un Convenio de Cooperación para establecer una red judicial en el hemisferio, y tenemos el compromiso de encontrar los temas continentales.

Por otra parte la II Cumbre Iberoamericana de Presidentes de Cortes y Tribunales Supremos de Justicia, la cual se reunirá el 25 y 26 de marzo en Caracas, presentará un demo con el apoyo del Banco Mundial que permita manejar información de los cuatro temas que se discutirán en la reunión, corrupción, narcotráfico, derechos humanos y organización judicial para el manejo de información cruzada en estas áreas.

Mi experiencia de muchos años en el área judicial me permiten afirmar:

1. El Poder Judicial requiere no solo que se le reconozca su autonomía e independencia, sino ejercerla.

2. Las reformas emprendidas en el área judicial en todos nuestros países con mayor o menor grado, han despertado la colaboración del Poder Ejecutivo y Legislativo. Esta reunión es un ejemplo de ello.

3. Entonces cómo unirnos, cómo atender lo que evolucionamos adentro (nuestras experiencias) en relación a cada uno de los otros países del continente.

4. La solución es la información, presentándola con un valor agregado, comparada y de esa manera capacitar. Capacitarnos y resolver problemas comunes con soluciones comunes.

5. Nuestras fronteras se extienden por los tipos de delitos, el área penal es sensible al ciudadano, representa más del 60 por ciento de las causas que entran a nuestros sistemas judiciales.

Delitos vinculados a la corrupción, narcotráfico, o los nuevos y sofisticados delitos cibernéticos o con herramientas tecnológicas extienden nuestras fronteras.

Todo esto demuestra que la cooperación legal y judicial es la vía, el sistema interconectado de información el instrumento.

Debemos tener la voluntad de aunar los esfuerzos, ello no nos quita soberanía, por el contrario, no hacerlo significa que la globalización nos desborde y nos lo arrebatará, necesitamos un plan que fije las prioridades temáticas de intercambio de información, y que ella sea la base de la capacitación de jueces, fiscales, procuradores, abogados, incluso sin necesidad de desplazarnos de nuestro países. Todo esto cambiará la mentalidad de los beneficiarios, valorando así lo nacional, regional y hemisférico.

Concluyo: el esfuerzo de la Organización de Cortes Supremas de las Américas, con una presidencia rotativa, se pone a disposición para cooperar con las iniciativas que se acuerden en esta reunión.

Gracias Señora Presidente de la Segunda Reunión de Ministros de Justicia, o de Ministros de Justicia o Procuradores Generales de Justicia de las Américas.