Este miércoles fueron juramentados los Conjueces de la Sala Civil del Tribunal Supremo de Justicia, funcionarios que de ahora en adelante tendrán la responsabilidad de integrar la Sala Accidental, en aquellos casos en que se produzcan, entre otras incidencias, la inhibición o falta justificada de alguno de los magistrados principales, garantizando de esta manera que la justicia no se paralice o que sufra retrasos innecesarios.

El acto se celebró en el despacho del presidente de la Sala Civil, magistrado Franklin Arrieche Gutiérrez, con la asistencia de los también magistrados del más alto Tribunal, Carlos Oberto Vélez (vicepresidente) y Antonio Ramírez Jiménez. Ante ellos prestaron el juramento de ley los doctores: Rafael Roversi (1º Conjuez); Héctor Peñaranda (2do. Conjuez) y Luis Rondón (3er. Conjuez).

El magistrado presidente de Sala, Franklin Arrieche, al dirigir unas palabras a los nuevos Conjueces les recordó la importancia que tiene el acto de jurar para los que profesan la religión católica – como es su caso – “pues para nosotros representa un acto sagrado, testimonio de la verdad y de buenos principios”.

Por otra parte, les recordó la importancia de los cargos que asumen, pues vienen a representar la garantía de la continuidad del trabajo arduo que ha desplegado la Sala Civil para poner la justicia al día. “Tengan Ustedes la seguridad de todo nuestro apoyo, para garantizarles el buen desempeño de las labores inherentes a sus cargos” – señaló.

Finalmente, el presidente de la Sala Civil, hizo un llamado a los Conjueces para que se pusieran en contacto con la Secretaria de la Sala Civil, la doctora Adriana Padilla, para que de manera inmediata se empaparan de las actividades del despacho y en especial, de las Salas Accidentales, para asumir de esa manera las funciones para la cual fueron seleccionados.