Inspirada en la premisa de Piero Calamandrei de "fortalecer la justicia para alcanzar la paz", puntualizó la directora de la ENM que el trabajo del juez debe desarrollarse en cualquier plano de la vida y sin ninguna clase de discriminación y, que su labor debe orientarse hacia los sectores más humildes de la sociedad como los barrios, las zonas rurales, las áreas indígenas y demás lugares donde existen grupos de personas que han sido excluidas de la sociedad y que han sentido el rigor de la exclusión. "Este proceso reclama por sí mismo una justicia que involucre directamente a la ciudadanía en los cambios estructurales que estamos impulsando desde el máximo Tribunal, en pro de un sistema de justicia eficaz, que siente las bases de un nuevo Poder Judicial que permita rescatar la credibilidad en la administración de justicia".
En este mismo orden de ideas, explicó que de allí depende el esfuerzo que vienen realizando la Escuela que preside y que existe gran interés en "realizar actividades de contacto directo entre los jueces y las comunidades de los diferentes estados del país, con la participación ciudadana en el sistema de justicia porque necesitamos que exista control social en el proceso de reestructuración que vive el Poder Judicial en nuestra Patria (...) en Venezuela vivimos momentos muy intensos desde el punto de vista histórico en los que afloran nuevas exigencias sociales que puntan inequívocamente hacia una reconstrucción de es Patria que tenemos y que todos tenemos que mantener con nuestro trabajo dedicación y perseverancia".
Reiteró que el juez tiene que tener presente que la administración de justicia es una prioridad y una necesidad impostergable para consolidar el estado democrático social de derecho, donde los jueces sean modelo de rectitud, probidad y honestidad y que para el Tribunal Supremo "representa un alto honor y una gran satisfacción alcanzar esta meta (...) el cierre de este programa académico, además de una jornada de estudio lleva implícito un compromiso de trabajo, de entrega y amor a la Patria".

En cuanto al trabajo cumplido, explicó la alta funcionaria que a propósito de la reestructuración del Poder Judicial, la Escuela que preside viene desarrollando programas académicos a través de cursos intensivos, talleres y conferencias, en busca de formar una juez integral con características expresas de un buen gerente judicial, es así que en el mes de mayo del corriente, se dio inicio al PET con el cual se busca formar a mil 599 jueces provisorios y temporales a nivel nacional.
Ese mismo mes se capacitaron en la capital del país 138 jueces superiores y en el mes siguiente se efectuó de manera simultánea la formación de otros 291 jueces de la categoría "B", es decir de Primera Instancia y de la "C", de Municipio, en los estados Falcón, Mérida, Táchira, Trujillo y Zulia y comienzos del mes de agosto se dio inicio a la capacitación de jueces de ambas categorías en el resto del país.

Tal como lo diera de primicia hace una semana en Fuerte Tiuna, la magistrada de la Sala Social recalcó la iniciativa que ha surgido de formar una reserva de abogados para suplir cualquier vacante temporal o absoluta de jueces que surja. Para conformar esta reserva, serán llamados 300 abogados de los distintos estados del país que deberán cumplir una serie de requisitos y una etapa de preparación para que puedan quedar a disposición del TSJ, en caso de que llegue a ser necesario su ingreso al Poder Judicial.
Se prevé que para el venidero mes de octubre se dé inicio al proceso de preinscripción para los aspirantes y, en el mes de enero de 2006 éstos deberán emprender su formación académica con el objetivo de que una vez terminada esa fase sean llamados a los concursos de oposición quienes resulten más capacitados para ingresar a la carrera judicial.

Como parte de las actividades programadas en este acto de clausura del PET, le fue impuesta la Orden Batalla de Carabobo, en su primera clase, a la magistrada Carmen Porras de Roa, por parte de la secretaria general de Gobierno, Dra. Flor García, en reconocimiento al trabajo desarrollado al frente de la Escuela Nacional de la Magistratura.
Asimismo, le fueron entregadas placas de reconocimiento a los magistrados Héctor Coronado e Isbelia Pérez, por su colaboración en la formación y capacitación de los jueces a través del Programa. De igual forma, el ex magistrado del TSJ, Carlos Escarrá, recibió una placa de reconocimiento de manos de la directora de la ENM por su valioso aporte al Programa. También los jueces y juezas capacitadores recibieron placas de reconocimiento por parte de los magistrados presentes y demás autoridades judiciales de la entidad.