Sobre la internacionalización formalizada del derecho penal y del proceso penal advirtió Vogel que ésta se realiza mediante el Derecho internacional, Convenios internacionales y multilaterales, otro derecho supranacional, y en tiempos más recientes, de forma casi exclusiva, en el marco institucional de organizaciones internacionales y supranacionales, entiéndase Naciones Unidas, Organización de Estados Americanos, Consejo de Europa y Unión Europea (...) junto a esto, hay otros mecanismos informales que abocan fácticamente a una internacionalización del Derecho penal y del Derecho procesal penal. Entre ellos, figuran los contactos internacionales entre políticos, las administraciones de persecución penal y la policía, así como las condiciones penales para la apertura internacional de mercados económicos.

En cuanto a la internacionalización del Derecho penal y Proceso penal mencionó tres elementos, tales como la armonización, la cooperación y la verticalización, dando una amplia explicación de cada uno de ellos. Asimismo indicó que "la internacionalización del derecho penal y del proceso penal obliga a adoptar un pluralismo metodológico y una metodología abierta. No puede primar, por tanto, ni la dogmática jurídico penal continental, orientada hacia la codificación y la sistematización, ni el pensamiento jurídico penal del common law orientado al caso y a las decisiones judiciales. La solución legítima y funcional del problema es más importante que el (...) la internacionalización del derecho penal y del proceso penal no es ningún fin en sí mismo. Por los principios de subsidiaridad y de proporcionalidad, el derecho penal y el proceso penal sólo pueden ser internacionalizados en la medida en que ello sea obligatoriamente necesario para la consecución de una Justicia penal legítima y funcional.

Agregó el ponente alemán que "la internacionalización del Derecho penal y de Derecho procesal penal se promocionará en primer lugar por gobiernos, poderes ejecutivos y autoridades de persecución penal. Los parlamentos, los ciudadanos y la parte de la defensa en los procesos penales no están suficientemente representados. Eso conduce a que los intereses estatales de persecución penal se remarquen fuertemente y a que el Derecho penal internacional se haga demasiado punitivo; este desequilibrio se tiene que compensar mediante la acentuación de los derechos humanos. Para concluir su intervención señaló que "la internacionalización del derecho penal y de proceso penal puede entrar en contradicción con la cultura penal nacional correspondiente. Particularmente, esto se puede deber a que la importación de elementos de un sistema, que son legítimos y funcionales en un ordenamiento jurídico penal específico, puede conducir, sin embargo, a resultados ilegítimos y disfuncionales en otro. Eso debe ser compensado por la posibilidad de que las propuestas internacionales no se trasladen literalmente, sino de una forma adecuada a cada sistema", conluyó.