viernes, 26 de enero de 2007
Magistrado Omar Mora Díaz Orador de Orden
"Hay que garantizar el reino de la justicia"
El presidente del Tribunal Supremo de Justicia anunció que el año 2007 se dará un sacudón al Poder Judicial venezolano para convertirlo en baluarte fundamental del proceso de transformación, social y política que vive el país




El presidente del Tribunal Supremo de Justicia, magistrado Omar Mora Díaz, dio inicio a las actividades del año judicial 2007, haciendo un llamado a una Constituyente Judicial y a la creación del Poder Judicial Bolivariano, además de anunciar el compromiso institucional a las leyes que produzca el Ejecutivo Nacional, vía habilitante, "porque de lo que se trata es de garantizar el reino de la justicia".

Así lo expresó durante las palabras de rendición de cuentas que hizo al país sobre la actuación del Tribunal Supremo de Justicia y el Poder Judicial en el año 2006, y el discurso de orden que pronunció en el auditorio principal del Máximo Tribunal, sitio que sirvió de sede para la sesión solemne mediante la cual, y como lo establece el artículo 28 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, se apertura el año judicial.



El evento contó con la asistencia del presidente de la República, Hugo Chávez Frías, así como de las máximas autoridades de todos los Poderes Públicos, del Estado, de la Fuerza Armada, del cuerpo diplomático acreditado en el país, así como de los jueces, fiscales y funcionarios del Poder Judicial venezolano, así como de la presidenta de la Corte Suprema de Justicia de Panamá, la magistrada Graciela Dixon Catón.

El magistrado comenzó su discurso recordando los difíciles momentos que vivió la República en los años 2001 y 2002, cuando factores internos y externos, apoyados por el poder mediático se dieron a la tarea de atentar contra la estabilidad democrática del país, hecho que obstaculizó en gran medida el trabajo que se desarrollaba para la legitimación del Poder Judicial.

Sin embargo, anunció que hoy día, gracias al Plan de Transformación Estructural para la modernización del Poder Judicial PREmius, y al trabajo que desarrolla la Escuela Nacional de la Magistratura, conducida por el magistrado Jesús Eduardo Cabrera, se ha logrado la titularidad de 90% de los jueces del país, "quienes se han ganado sus puestos por sus méritos académicos y profesionales".

También se refirió a la necesidad imperiosa de enfrentar los constantes ataques y críticas malsanas con las cuales pretenden socavar las bases institucionales, "porque nuestros enemigos saben que las Instituciones son el sostén de la República, por eso tratan de debilitarnos con las críticas malsanas, con el ataque dirigido no sólo a la Institución sino del funcionario, de su familia, afectando su moral, su reputación".



PODER JUDICIAL SOPORTE FUNDAMENTAL DE LA CARTA MAGNA

En este sentido reiteró que el Poder Judicial debe ser el soporte fundamental de la Constitución, y de la nueva legislación que va a generarse en el país para "enrumbar a Venezuela hacia un clima de mayor felicidad social, espiritual, moral y de mayor independencia no solamente política y económica, sino hacia la Venezuela que la Constitución establece, es decir, un verdadero Estado democrático, social, de derecho y justicia". Anunció que los jueces titulares tendrán un carácter nacional, es decir, que podrán ser rotados "para acabar con la justicia vacacional, para cubrir las vacantes, temporal o definitiva; para que estos jueces puedan actuar con mayor libertad, independencia y menor presión". Sobre este particular indicó que en el área penal habrá Tribunales contra la Corrupción, así como tribunales especializados en delitos como el secuestro, la extorsión o el narcotráfico, "tenemos que dar en este año 2007 un sacudón en el Poder Judicial para convertirlo en baluarte fundamental de éste proceso de transformación, social y política que vive el país". Fue enfático el titular del Máximo Juzgado al decir que se necesita de un Juez comprometido con "la moral y las luces" como lo dijo el Libertador de la Patria, Simón Bolívar, "y el valor ético significa probidad, significa honestidad, sacrificio, ejemplo y apego a la Constitución y la Ley; pero sobretodo, necesitamos jueces humildes, verdaderamente humildes, no hipócritamente humildes, con espíritu de sacrificio, comprometidos hasta luchar, hasta con nuestra propia vida por hacer la Patria Libre o morir por Venezuela".


HACIA LA TRANSPARENCIA JUDICIAL

Otra parte de su discurso estuvo dirigido a la necesidad de garantizar la transparencia judicial base fundamental de la lucha contra corrupción en todos sus órdenes, "y que sin duda es el enemigo fundamental de éste proceso de cambios, porque penetra como las sombras". Mora Díaz señaló que ese compromiso va a ser profundizado hasta el extremo, "y aquél Juez y hasta Magistrado o Magistrada, que se desvíe de su buen proceder la Patria tiene que demandarlo, la Patria tiene que castigarlo, para acabar con la corrupción y el delito". En este particular, citó el ejemplo de la jurisdicción penal, que sólo en el año pasado dictó 600 mil sentencias, "hay que verle la cara a eso", acotó al tiempo que señaló que el Poder Judicial todavía tiene algunas deudas pendientes en materia de oralidad y retardo procesal, por ejemplo, en la jurisdicción civil y mercantil, "y por eso tenemos previsto comenzar en marzo con ese tipo de proceso en ambas jurisdicciones en Caracas y en la ciudad de Maracaibo, como pilotos de un gran proyecto nacional".


LA JUSTICIA DEBE SER EL IDEAL


Como parte de su discurso de orden habló ampliamente sobre el concepto que se ha manejado incluso desde tiempos remotos, cuando los romanos ejercían el poder y existía un régimen esclavista y donde existía sólo una justicia clasista. Dentro de este contexto aseguró que "debemos tener presente que ese concepto sigue estando vigente en nuestra sociedad actual, ya que la justicia no se alcanza de forma mecánica o como arte de magia sino que es un ideal por el cual hay que luchar".

Demostrando maestría en el tema, el presidente del Tribunal Supremo recordó los modelos de justicia que han ido marcando las sociedades con el correr del tiempo, desde el imperio romano y la Revolución Francesa hasta la sociedad actual. Recordó que en tiempos antiguos existía una marcada injusticia social que siempre golpeaba a los más humildes y necesitados sin dejar de insistir en que la justicia debe seguir siendo un ideal por el cual hay que luchar. En este orden de ideas insistió en la necesidad de trabajar por un mundo de igualdad y solidaridad en el que se garantice la libertad, la equidad, la propiedad y la justicia.


ATENDEMOS A UNA REFLEXIÓN DEL JEFE DE ESTADO


Haciendo referencia a los planteamientos anteriores y tocando el tema de los salarios, el máximo jefe del TSJ se refirió a los sueldos de los trabajadores del Poder Judicial e indicó que "sin ningún tipo de complejo los magistrados del Tribunal Supremo nos convocamos para reflexionar, atendiendo al llamado que hiciera recientemente el presidente de la República, Hugo Chávez Frías. "El Jefe del Estado, con su ejemplo, pidió a todos los Poderes Públicos, que reflexionaran; que la igualdad social, que la justicia social signifique ir mejorando progresivamente las condiciones de vida de la población más necesitada (...) por más autoridad legal y moral que tengamos, la remuneración que nosotros recibimos es mucho mayor que la que reciben nuestros subalternos, es decir, jueces superiores, jueces de instancia y jueces de municipio".

Continuando con el tema, y en medio de fuertes aplausos, agregó que "como quiera que el compromiso cuando es verdadero hay que demostrarlo con los hechos y no con palabras, en la última sesión de Sala Plena, 29 de 32 magistrados de manera voluntaria, y por espíritu de conciencia nacional, hemos decidido rebajarnos el 50 % de nuestro sueldo básico, para que el sueldo de nuestros jueces superiores no esté tan alejado del nuestro y obviamente, que la idea en este proceso de justicia social no es desmejorar a nadie, sino por el contrario, podemos garantizar a los demás funcionarios del Poder Judicial, salvo a los de alto nivel que también tienen sueldos elevados, que sus condiciones económicas no serán alteradas".

Aseguró que este hecho aunque pueda parecer simbólico tiene un contenido ético mucho más profundo, ya que se trata de "construir un verdadero Estado democrático social de Derecho y de justicia que tenga como base fundamental la moral, y los que tenemos funciones de dirección tenemos que practicar con el ejemplo y esto es los que estamos haciendo, una reflexión en base a la invitación que nos hiciera el Jefe de Estado, que llamó a la conciencia y creo que esto es válido para todos los sectores de la vida nacional".


LOS PLANES EN DESARROLLO

Finalmente habló sobre los proyectos que se vienen desarrollando en el Tribunal Supremo y que ya empiezan a dar sus frutos, tales como la construcción del "Simoncito", que será la guardería para los hijos de los trabajadores del TSJ; el arreglo de la plaza del edificio sede del Poder Judicial; la construcción de un nuevo estacionamiento y la reparación de las viviendas aledañas al edificio del Tribunal, entre otras obras. Aseguró que el 2006 fue un año de muchos éxitos y que existen muchas expectativas para este año que recién comenzó, al tiempo que adelantó que la celebración de las próximas reuniones de Sala Plena se harán en diversas regiones, atendiendo al criterio de "patear el país" y vincularse también con las actividades de la provincia.


Fotos: Daniel González


Foto 1: Omar Mora Díaz, presidente del Tribunal Supremo de Justicia


Foto 2: El presidente de la República y los representantes de los Poderes presentes en el acto de apertura de las actividades judiciales


Foto 3: El acto se celebró en el auditorio principal del TSJ.


Autor:
  PRENSA/TSJ

Fecha de Publicación:
  26/01/2007

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