El vicepresidente de la Sala de Casación Penal, magistrado Eladio Aponte Aponte, dio apertura a las Actividades Judiciales del estado Portuguesa asegurando que la justicia no puede seguir en mora y amparada por el desconocimiento del derecho aplicable para resolver una controversia, y que para ello se requieren jueces en el país que actúen apegados a los mandatos de la Constitución.

Tal señalamiento lo hizo el magistrado Aponte Aponte en el Salón José Antonio Páez del hotel Payara de Araure, al pronunciar su discurso como orador de orden en el acto que dio inicio a las Actividades Judiciales del estado Portuguesa, donde estuvo acompañado, entre otros, de la doctora Clemencia Palencia, jueza rectora del Estado, así como de un grupo de jueces, juezas, defensores públicos y demás operadores de justicia de la entidad llanera, además de varios representantes del tren Ejecutivo regional, el Consejo Legislativo, la Alcaldía y de la Fuerza Armada.

Refiriéndose al rol que deben cumplir quienes tienen en sus manos administrar la justicia dentro del Poder Judicial, aseguró el magistrado Aponte que "nuestra misión en la historia judicial venezolana contemporánea es ahora, somos responsables junto a los fiscales, defensores y el resto de los abogados que integran el sistema nacional de justicia, de los tribunales con los que cuentan los venezolanos en este momento y no podemos permitirnos la excusa de pensar que mañana lo haremos mejor porque nos estamos preparando para el futuro", indicó.

"EL JUEZ DEBE DAR RESPUESTAS AJUSTADAS A DERECHO"

"El incremento progresivo de la labor jurisdiccional debe ser atendido con medidas que permitan dar respuestas ajustadas a derecho desde cualquier óptica; esto significa, no sólo sentencias materialmente sustentadas en las leyes, sino dictadas dentro de los lapsos previstos en ella". En este orden de ideas recordó al sabio Confucio, quien en un momento de reflexión dijo "haz bien lo que se te encomienda hoy, sin distraerte pensando en ser mucho mejor en el futuro, pues éste llegará en su justo momento". Siguiendo la parábola de esta doctrina filosófica, agregó que "la sociedad reclama buenos jueces y por lo tanto buenos ciudadanos para resolver las controversias que les están aquejando, no las que tendrán mañana, porque en ese entonces serán otros los encargados de la tarea que desempeñamos".

Indicó que entre los males que propician la mora dentro del Poder Judicial figura la falta de una organización institucional adecuada y la inercia de muchos para enfrentar las transformaciones y los cambios que nos exige la Venezuela del siglo XXI. Ante estos flagelos consideró que "una fórmula sencilla para conocer el grado de eficacia de nuestro desempeño consiste en autoevaluarnos periódicamente y contabilizar cuántos expedientes ingresaron al tribunal y cuántos fuimos capaces de resolver. Luego, cuántas de estas decisiones fueron revocadas y cuáles nos hicieron sentir verdaderamente juzgadores", aseguró el Magistrado de la Sala Penal del TSJ.

Instando a los jueces a desempeñar cada vez más un trabajo expedito, transparente y constante les recordó que "no es cantidad sobre calidad, el juez debe ser capaz de llevar ambas características de la mano, ya que lo cualitativo y lo cuantitativo constituyen una entidad bifronte (") sobre este punto, estamos conscientes que no todas las causas tienen el mismo grado de complicación y que el trabajo administrativo muchas veces nos deja exhaustos, pero ello debe ser rectificado con una estrategia gerencial".

"El incremento progresivo de la labor jurisdiccional debe ser atendido con medidas que permitan dar respuestas ajustadas a derecho desde cualquier óptica; esto significa, no sólo sentencias materialmente sustentadas en las leyes, sino dictadas dentro de los lapsos previstos en ella", indicó.  

Reiterando el compromiso de los jueces de la República aseveró que "debemos reconocer nuestra realidad y aceptar que no hemos sido capaces de lograr las transformaciones propias de la dignidad de la justicia venezolana (") para conseguir este cometido debemos dirigir todo nuestro esfuerzo en glorificar la justicia y en la transformación revolucionaria de la función judicial que dignifique al pueblo venezolano".

En otro orden de ideas recordó la Batalla de Araure, la cual fue  comandada por el Libertador Simón Bolívar y que se inició al amanecer del 5 de diciembrede 1813. "debo decir que ese mismo día, cerca del medio día, a pesar que las tropas realistas eran superiores en número, culminó con la victoria patriota; la determinación por liberar a Venezuela del yugo español llevó a este grupo de hombres y mujeres a dar su vida para vencer (") a nosotros nos corresponde ser los nuevos vencedores de Araure y aunque el contingente de causas nos supere en número y en fuerza, debemos planear estrategias para imponernos y darle al ciudadano la justicia que reclama".

Haciendo referencia del evento indicó que "esta fiesta de Apertura debe servir para que nos comprometamos con aplomo a cambiar las facciones de Temis. La dama de la justicia está hoy demacrada porque ha sido maltratada tanto por los intereses particulares, de grupos y tribus, como también por el desconocimiento del derecho y la indolencia (") los jueces de esta República debemos reconocer nuestra realidad y aceptar que no hemos sido capaces de lograr las transformaciones propias de la dignidad de la justicia venezolana".

Al cierre de su discurso enfatizó que para conseguir este cometido debemos dirigir todo nuestro esfuerzo en glorificar la justicia y en la transformación revolucionaria de la función judicial que dignifique al pueblo venezolano. "así pues, en este 2008, con el trabajo y el esfuerzo de todos, esperamos que se convierta en el año de la reivindicación de la función de juzgar", concluyó