Para la Lilian Montero,  representante de Cecodap, ya la comunidad internacional está en conocimiento que en nuestro país se está dando cumplimiento a la Convención Internacional de los Derechos del Niño, no solo en materia legislativa sino mucho más allá, en el sentido que se están asignando los recursos financieros indispensables a favor de los niños, niñas y adolescentes de acuerdo a lo que establece el marco jurídico de la Ley Orgánica de Protección del Niño y Adolescente (Lopna).

            La especialista, que participa en el I Congreso Internacional "Derecho de Familia", que se celebra del 5 al 7 de marzo en el Tribunal Supremo de Justicia, recordó que fue la Asamblea General de las Naciones Unidas la que el 20 de noviembre de 1989 y tras diez años de discusión aprueba la Convención Internacional de los Derechos del Niño.

            Señaló que dicha Convención posee un carácter histórico ya que a través de ella se transforman las necesidades de los niños en derechos exigibles por medio de una legislación, y los niños pasan de ser sujetos tutelados, es decir, bajo la protección de la familia o el Estado, a sujetos de derecho, dando un paso desde el enfoque de protección al de reconocimiento de la existencia de los niños como seres dinámicos con voz y energía para participar y crecer dentro de la sociedad.

            Indicó que sin duda el país ha dado pasos significativos para adaptarse a la Convención "y por eso Venezuela se ha convertido en aspiración para muchos países".

            En este sentido, fue enfática al decir que sin duda ya están recogiendo los frutos del trabajo que se ha hecho sobre la materia, "y este Congreso lo demuestra porque ya no estamos hablando de lo que se debía hacer sino de lo que ya es, efectivamente, pero también hay que reconocer que aún quedan muchas cosas por hacer".

            En su exposición Montero explicó que la Convención Internacional de los Derechos del Niño, "es el único tratado internacional en materia de derechos humanos que consagra la posibilidad de no solamente crear los Comités de Defensa de los Derechos del Niño sino a presentar informes obligatorios a las Naciones Unidas, para velar por el efectivo cumplimiento de la Convención".

            Otros mecanismos de seguimiento serían las observaciones sobre algunos contenidos de las disposiciones de la Convención o de otros documentos de trabajo, "así como discusiones, por vía de debates generales, sobre los problemas que afectan a los niños".

            Sobre lo anterior, concluyó la ponente, que éste tipo de mecanismos son de suma importancia para generar no solamente políticas públicas y para el desarrollo de nuestras sentencias, "sino que brindan la posibilidad de que Venezuela, con la cantidad de experiencia que ha venido desarrollando en el sistema de protección, sirva de modelo para otros sectores tanto en lo interno como en lo externo".