El presidente del Tribunal Supremo de Justicia, magistrado Iván Rincón Urdaneta, aseguró este jueves que el máximo tribunal no participará en la diatriba política que actualmente vive el país, con motivo del proceso electoral hacia las megaelecciones del 28 de mayo, ya que la institución que preside, como cabeza del Poder Judicial, debe ser garante de la transparencia y arbitro imparcial de los conflictos legales que se presenten en la sociedad.

Rincón Urdaneta, hizo esta afirmación en el marco del Foro sobre “El Derecho Administrativo y el Contencioso Administrativo en la Nueva Constitución”, que se desarrolla en el auditorio principal del Supremo Tribunal, con el auspicio de la Sala Político Administrativa y la organización del Centro de Actualización Profesional Jurídico – Económico (CAPJE).

Dijo el titular del TSJ que los magistrados no van a entrar en la contienda electoral “nosotros somos los menos indicados para opinar sobre política, debido a que en determinado momento vamos a garantizar la imparcialidad. Yo por mi parte no voy a responder preguntas sobre los planteamientos que hagan determinados candidatos. Que se defiendan. En el pasado, cuando la gente quería hacer política decían bueno allí está la Corte Suprema de Justicia, ahora dicen Tribunal Supremo de Justicia, y recibimos ataques que nosotros no vamos a responder. Los magistrados respondemos con las sentencias en un momento determinado. Yo siempre tengo la conciencia de que el Juez habla en el dispositivo de la sentencia, y la función académica que hoy estamos cumpliendo es una función del Tribunal Supremo. Yo lo que les puedo decir es que en el Supremo Tribunal hay unos 10 mil expedientes que son analizados y resueltos en un gran porcentaje, respondiéndole a los venezolanos en su afán de administración de justicia, sin embargo, pareciera que de los 10 mil expedientes, cuando uno tiene tinte político, en el sentido que están involucradas las instituciones políticas, ese es el que marca la administración de justicia en el país, pero no, revisen. Ya en el Tribunal Supremo desaparecieron las tribus, desaparecieron los mandatos y las presiones, nosotros somos autónomos e independientes, y así nos vamos a mantener, y en política nos pueden decir cualquier cosa, ya que siempre mantendremos la serenidad que se requiere para éste momento”.

- Desde el punto de vista institucional, ¿cómo cree Usted que debe orientarse el proceso electoral en Venezuela? – preguntó un periodista de la fuente judicial.

- Yo lo que creo, es que en Venezuela las instituciones, todas, han sufrido un proceso de desmoralización, empezando por el propio Poder Judicial. En este momento estamos recuperando la confianza de la colectividad, pero si nosotros las llevamos ( a las instituciones) al ruedo político, las vamos a perjudicar. Les vamos hacer un gran daño. Creo que nosotros debemos preservar las instituciones, velar porque cada una cumplan con su función y por supuesto, mantener el respeto entre cada una de ellas, como valor fundamental. Yo por ejemplo, respeto a cada uno de los candidatos que luchan y bregan su voto. Esa es la tarea de ellos, no la mía ya que no soy político y mí trabajo es con los expedientes.

TRIBUNAL SUPREMO DEBE CUMPLIR LABOR ACADEMICA

Al magistrado presidente del Tribunal Supremo, Iván Rincón Urdaneta, le correspondió instalar el Foro “El Derecho Administrativo y el Contencioso Administrativo en la Nueva Constitución”, evento auspiciado por la Sala Político Administrativa e impulsado especialmente por el titular de dicha sala, el magistrado Carlos Escarrá Malavé y el Centro de Actualización Profesional Jurídico – Económico (CAPJE).

Rincón Urdaneta, resaltó la importancia del foro, “dado que tenemos una nueva Constitución y creo que todos estamos comenzando en el aprendizaje jurídico dentro del país, y eventos como éste, que nos van a enseñar el camino para la interpretación de la Carta Magna, con ponentes tan calificados y con temas tan diversos, creo que eso es lo que va a enseñar, de una vez por todas a los venezolanos a que sepan cuáles son sus garantías constitucionales y las sepan aplicar en un momento determinado”.

Dijo que el Tribunal Supremo no tiene solamente una función jurídica sino que además debe ejercer la función académica, que es la de enseñar. “Evento como el de hoy (y mañana viernes) es parte de eso, y el Tribunal Supremo está empeñado en todas sus salas, en seguir cumpliendo con ese papel”.

Por otra parte, informó que en el curso – impartido por magistrados, ex magistrados y especialistas en la materia de derecho administrativo -, además de contar con la asistencia de público en general interesado en el tema, cuenta con la participación de 60 abogados del Tribunal Supremo, “que se están formando acá”.

LO DE HOY ERA UNA QUIMERA HACE TRES AÑOS

El presidente de la Sala Político Administrativa, Carlos Escarrá Malavé, inició el foro con una clase magistral, introductoria en la materia. En sus primeras palabras, recordó el magistrado que hace tres años – en un evento similar y con los mismos protagonistas -, dijeron que en el Estado y en el Derecho se estaba planteando una batalla final, “terminal” entre la legalidad formal y la justicia material. “Eso lo hacíamos vislumbrando no tan sólo lo que podía ser una nueva concepción de Estado, sino lo que constituía una necesidad inexorable para la sociedad venezolana”.

- En aquél instante – decíamos -, que esa batalla debía ganarla la justicia, como valor fundamental de la sociedad, como valor integrante que impregna en definitiva todos los órganos del Poder Público, debía por sobre ese concepto dogmático y positivista de la legalidad formal, al cual, en definitiva, nos acostumbraron a actuar, sumando y restando artículos, como decía el Padre Olaso ‘a ser simples electricistas del derecho’.

Frente aquél concepto individualista, egoísta y salvaje, de las reglas especiales de acceso al contencioso administrativo, el magistrado Carlos Escarrá recordó que hace tres años señalaron que los intereses difusos y colectivos iban a constituir una medida de equilibrio, entre el verdadero concepto de democracia protagónica, participativa y lo que era en definitiva la justicia. “Hoy día, el artículo 26 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela consagra ese concepto ese concepto de los intereses difusos y colectivos, por el cual luchamos desde hace muchos años desde el movimiento obrero y sindical”.

Se refirió el magistrado Escarrá Malavé a los artículos 2 y 3 de la Carta Magna vigente, que reafirman el concepto de que Venezuela es ante y sobretodo un Estado de Justicia “y para que exista justicia, hay que cambiar desde la conformación de los estudios de derecho en nuestras universidades, la forma en que ejercemos los abogados y la forma en que los jueces administran justicia. Valores y principios constitucionales que hoy día tienen que marcar necesariamente la pauta fundamental por donde ha de seguir en definitiva de éste Estado naciente, de éste Estado que está creciendo”.

El magistrado del Tribunal Supremo enfatizó en la necesidad de que el juez venezolano – en especial el de la materia contenciosa –, deje de ser aquél que se limita a una decisión formal, luego de la lectura del expediente optando por ser, en definitiva, el juez que se siente involucrado con los problemas sociales, económicos y políticos de su país, “en donde su sentencia tiene que ser, en el decir de Calamandrei (autor de textos jurídicos) ‘ese bálsamo suave y sutil con el cual se tapan las heridas de la sociedad’. Esa es fue nuestra opción hace tres años y en éste instante: La justicia debe prevalecer sobre cualquier otra norma y si eso significa que se debe reinterpretar todo el ordenamiento jurídico, pues se reinterpretará todo el ordenamiento jurídico. Aquí ninguno de los magistrados que conformamos el Tribunal Supremo de Justicia tenemos una concepción, ni de permanencia, ni de deber favores, nuestra concepción es que tenemos un compromiso con Venezuela, y que ese compromiso, evidentemente nos va a atar a una noción de justicia”.