Detalle de Nota de Prensa

Un reconocimiento a su labor recibió el economista Rómulo Ermes Frías Rodríguez, contralor interno del Tribunal Supremo de Justicia, de parte de más de 30 auditores, quienes quisieron brindarle una emotiva despedida, antes de su anunciada jubilación y posterior retiro de la Institución.

El evento, realizado el pasado 31 de marzo en el auditorio de la Dirección Ejecutiva de la Magistratura, se inició con la lectura del poema de Antonio Machado Caminante no hay camino.

Posteriormente, tomó la palabra el Lic. Freddy Almeida, quien hizo una sucinta biografía del economista, donde resaltó varios aspectos importantes en la vida del Contralor Interno del TSJ, desde su paso por el liceo Luis Razetti hasta llegar al cargo en el máximo tribunal del país, pasando por su carrera militar, la docencia y su vida privada: ¿Ermes siempre me gana, hasta a mi nieta la conoció primero que yo¿, dijo Almeida al cierre de su intervención.

También le expresaron palabras de reconocimiento, afecto y gratitud representantes del área de Desarrollo Jurídico y Control de Gestión Interna, del cuerpo secretarial, de Fiscalización Financiera y Operativa, de Sustanciación y Responsabilidad Administrativa y de la Coordinación de Fiscalización Administrativa de Tribunales.

Le entregaron al economista una placa de reconocimiento suscrita por todos los funcionarios del Órgano de Control Fiscal, la cual textualmente dice:

¿Un roble jamás se retira, como los árboles más recios resistirá el paso del tiempo, proporcionando refugio y abrigo a todo aquel que te busque.

Has hecho de tu profesión tu verdadero sacerdocio, con pasión infinita y dedicación total, casi como una obsesión, para la cual vives 24 horas al día, los 365 días del año, porque sólo así entiendes el ejercicio de aquello a lo que te dedicas: entrega total y absoluta.

Así lo has hecho con la docencia, la paternidad y tus deberes de hijo y de ciudadano. Así será cuando abordes cualquier otra actividad. Porque está plasmado en tus genes y no hay manera de cambiarlo, ya que el resultado sería una persona distinta.

Quienes hemos compartido contigo tantas actividades en estos últimos años, reconocemos que el medio tempestuoso en que hemos vivido requería una mano firme que condujera la nave hacia los objetivos, sin permitir desvíos. tú has sabido interpretar los signos de los tiempos y convertirte en ese timonel recio y firme, navegando con seguridad hacia el puerto en medio de la borrasca.

Por todo esto, te auguramos el éxito en todo cuanto emprendas a partir de ahora, porque estamos seguros de que no habrás que bajar la guardia ni tomar el descanso del guerrero. Continuarás en la batalla y desde los roles que nos toque jugar, te apoyaremos y seguiremos buscando la victoria final: una vía digna en una patria hermosa¿.