Detalle de Nota de Prensa

EL NUEVO DERECHO BOLIVARIANO Y LA CONSTITUCIÓN DE 1999

La presente obra tiene por finalidad exponer distintos aspectos relativos al nuevo orden político y al Sistema Judicial Venezolano, expresados en la Carta Fundamental de 1999 y del cual me honro en formar parte en mi condición de Magistrado de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia y Director de la Dirección Ejecutiva de la Magistratura.

Nuestra intención se centra en varios aspectos fundamentales, como son el referido al origen de la Constitución de 1999, los nuevos paradigmas, y la configuración de un sistema judicial verdaderamente democrático y participativo, como así lo ha dispuesto el constituyente con base a una novedosa y auténtica filosofía política, acorde con el pensamiento universal de nuestro Libertador Simón Bolívar.

I. El Origen de la Constitución de 1999

En virtud del clima de confrontación política y social que vivía el país en el año 1999, ante el debilitamiento institucional que dio paso al triunfo de sectores sociales emergentes, resultaba indispensable lograr la conciliación entre dos valores supremos, como son la soberanía popular y la fuerza normativa del Texto Fundamental, por lo cual se planteó la procedencia o no de la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente, con fundamento en el principio de la voluntad popular o, si por el contrario, se debía proceder primero a una reforma del Texto Constitucional vigente para la época, a los fines de la convocatoria a dicha Asamblea.

Ante tal disyuntiva, la Sala Político-Administrativa de la extinta Corte Suprema de Justicia, con ocasión a un recurso de interpretación de los artículos 181 de la Ley Orgánica del Sufragio y Participación Política y 4 de la Constitución de 1961, mediante decisión del 19 de enero de 1999, estableció que la voluntad popular no podía quedar supeditada a las normas dictadas por los poderes constituidos, por lo cual, luego de un análisis conforme a los valores y principios de aplicación del ordenamiento jurídico y disposiciones constitucionales, declaró la constitucionalidad de la celebración de un referendo consultivo para la creación de una Asamblea Nacional Constituyente.

Como consecuencia de lo anterior, se produjo la convocatoria a elecciones para la aprobación de las bases comiciales autorizadas por el Consejo Nacional Electoral, dentro de las cuales se encontraba la de "Transformar el Estado y crear un nuevo ordenamiento jurídico que permita el funcionamiento efectivo de una democracia social y participativa". Dicho referendo fue aprobado por la mayoría de los electores, por lo cual se procedió a la elección de los miembros de la Asamblea Nacional Constituyente, la cual el 15 de diciembre de 1999, aprobó el nuevo Texto Constitucional.

Así surgió la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, promulgada el 30 de diciembre de 1999, producto de una Asamblea Nacional Constituyente, en ejercicio del poder constituyente originario, otorgado por el pueblo soberano de Venezuela, mediante el referendo aprobado el 25 de abril de 1999, cuyos principios fundamentales se sustentan en los valores de libertad, igualdad, justicia, moral y bienestar del pueblo.

Debemos destacar la trascendencia de este fenómeno, pues, a diferencia de las asambleas constituyentes convocadas a lo largo de la historia política venezolana con la finalidad de sancionar o reformar anteriores textos constitucionales, la Asamblea Nacional Constituyente de 1999 se conformó como un hecho inédito, habida cuenta de que ésta no fue el resultado de la ruptura del hilo constitucional, sino el producto de todo un proceso legitimado social y democráticamente.

Simultáneamente a la labor de elaboración de una nueva Constitución, la Asamblea Nacional Constituyente dio inicio a un proceso de producción normativa, orientado básicamente a la reordenación de los poderes del Estado y a establecer el ejercicio de sus atribuciones. Fijadas las bases destina