Detalle de Nota de Prensa

Con la finalidad de intercambiar experiencias en relación a la aplicación de la Ley Orgánica para la Protección del Niño, Niña y del Adolescente, y conocer el desarrollo de la legislación en otros países sobre esta materia, entre el 3 y el 5 de diciembre de 2008 se realizó el V Foro Derecho a la Infancia y de la Adolescencia, en el auditorio del Tribunal Supremo de Justicia.

En el foro, organizado conjuntamente con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), participaron jueces, defensores, fiscales, miembros de los Consejos de Derechos, representantes de la Defensoría del Pueblo y estudiantes de Derecho, así como también especialistas y académicos de la Universidad Nacional Autónoma de México, Universidad de Jaén de la Comunidad Autónoma de Andalucía (España) y de la Universidad de Buenos Aires (Argentina).

El presidente (E) de la Sala Social del TSJ, Juan Rafael Perdomo, explicó que el foro tiene por objeto la capacitación de los jueces, abogados y demás operadores de justicia sobre lo que establece la Lopnna, además de revisar dónde estamos y qué posibilidades tiene la reforma de abarcar los problemas que se presentan en la administración de justicia.

En este sentido, el Magistrado mencionó como problemas graves la morosidad y los elementos de corrupción, que ¿aclaró- no son propiamente de los jueces, sino de la sociedad en general que interactúa en esos espacios.

A su juicio, con la reforma de la Lopnna se da un acercamiento a lo que sería un sistema ideal de justicia que ofrezca respuestas a los ciudadanos y evite la impotencia que sienten las personas cuando se dirigen a un tribunal y sus requerimientos no son atendidos.

Perdomo anunció, a un año de vigencia de la Lopnna, que tienen resultados concretos en algunos estados donde la Ley se está aplicando. "Hemos logrado una solución de la conflictividad en porcentajes muy altos: 75 % de las causas que han ingresado son solucionadas".

No obstante, dijo que se debe considerar que venimos de un sistema donde el formalismo y la rigidez caracterizaban el proceso, y agregó que con unas leyes procesales atrasadas era muy difícil trabajar y producir resultados eficientes.

En este sentido, el Magistrado mencionó como ejemplo el nuevo proceso laboral, que ha mejorado el acceso a la justicia, pues así lo demuestran las estadísticas. "Lo que deseamos es que los medios alternativos de solución de conflictos, como la oralidad y la mediación, logren acercarnos a una justicia humana y social, donde el público pueda recibir respuestas".

Aprecian el esfuerzo del Estado

Por su parte, la representante de Unicef para Venezuela, Nadia Vásquez, considera que la Lopnna es un gran esfuerzo nacional. Destacó que ninguna Ley se agota, pues todas son perfectibles, y no dudó en afirmar que hacer una ley que favorezca cada día más a los niños, niñas y adolescentes fue el espíritu que estuvo presente en la reforma.

Consideró importante darle tiempo a las leyes y al sistema para que puedan ir sufriendo cambios. Recordó que los sistemas responden a pautas culturales, que las instituciones están compuestas por personas que son producto de un entorno y que cada día, en el tema de la niñez y de la adolescencia, estamos aprendiendo a hacerlo mejor.

Vásquez cree que los venezolanos deben sentirse satisfechos con el esfuerzo que se ha realizado en materia de justicia para niños y niñas, y que ahora el compromiso es asumir nuestra responsabilidad para que podamos lograr que la Ley sea efectiva y eficaz.

Resaltó que, como parte de un organismo internacional que está al tanto de las experiencias de otros países, ha visto que las sociedades no siempre conocen la existencia de la Lopnna, pero apreció que en Venezuela los ciudadanos se refieren a esta Ley como "la señora que está ahí para protegernos".

Al referirse a los adolescentes en conflicto con la Ley, la representante de Unicef dijo que este tema merece una revisión y cree que el interés de las autoridades por priorizarlo no es exclusivo en Venezuela, sino de toda la región. "Es un tema nuevo sobre el cual hay mucho que aprender y mucho que adecuar".

Precisó que "cuando nos referimos a la violencia y a la inseguridad lo primero que hacemos es pensar que los culpables son los adolescentes, pero si revisamos las cifras de cuántos adolescentes realmente cometen alguna infracción, frente a los que estudian y trabajan en esta sociedad, tendríamos que pasar a valorar el tremendo significado que tienen en la construcción de un sociedad más digna".