Detalle de Nota de Prensa

En la labor de los jueces descansa el fortalecimiento del sistema jurídico, lo que se traduce en el desarrollo armónico de la colectividad y la paz social, factores coadyuvantes de la democracia y del Estado de Derecho en nuestro país.

Así lo afirmó el Magistrado Luis Eduardo Franceschi, integrante de la Sala Social del Tribunal Supremo de Justicia y orador de orden en la sesión solemne de apertura de las actividades judiciales en el estado Falcón, quien agregó que es el juez el factor más importante que interviene en el Sistema de Administración de Justicia, sin desmedro de los otros.

"La Constitución, las leyes y toda norma jurídica serían letra muerta si no existieran jueces, si no estuvieran dispuestos a cumplir cabalmente su misión... En esta dura tarea el juez observa cotidianamente las tristezas humanas, contempla la miseria y el drama de la vida que se presenta en la realidad... y al mismo tiempo vive su propio drama de juzgar... inmerso en su soledad, apegado a su ciencia y dirigido por su consciencia, pero digo mal, el acto de juzgar no es íngrimo, porque cuando el juez decide no es otra cosa que un instrumento de Dios... Si asumimos el fin de que no somos más que un instrumento del Ser Supremo para que se cumplan sus designios, habremos cumplido la misión y cuando nos separemos del cargo no tendremos nada de qué avergonzarnos", alegó el Magistrado.

Destacó que otro factor de capital importancia que interviene en el Sistema de Administración de Justicia es el abogado. Sobre este dijo que ríos de tinta han corrido para abordar la problemática del hombre que aboga por otro. "Por un lado lacerantes y burlonas críticas como aquella de Pío Baroja, cuando a través de uno de sus personajes en el tablado de arlequín recomendaba: Ya que no sirves para nada útil estudia para abogado". Siguiendo este mismo punto, dijo que en la historia existen importantes casos de abogados como Mahatma Ghandi, Robespiere y Lenin, quienes lideraron procesos de cambio social y de liberación.

También se refirió a los justiciables y dijo que el Estado está obligado a garantizarles una justicia gratuita, accesible, imparcial, idónea, transparente, autónoma, independiente, responsable, equitativa, sin dilaciones indebidas y sin formalismos o reposiciones inútiles, tal como lo ordena el artículo 26 de la Constitución. "En la forma y en el fondo de lo que se trata es de la tutela judicial efectiva, que solo será hecha en el momento en que se erradiquen los denominados coaciertos, obstáculos irrazonables que dificultan el acceso al proceso o lo hacen inútil en cuanto a la ejecución". De lo que se trata es de lograr que el venezolano más humilde sienta que también puede acceder a los tribunales y que además tenga confianza en que el Poder Judicial es el garante de sus derechos, explicó.

Obrad según la ley del bien

Dijo que incrementar la credibilidad y confiabilidad del Poder Judicial se hace indispensable, es por ello que se debe poner el acento en el tema de la ética. "Si queremos reducirlo a una fórmula de acero aquí la tenemos: Obrad según la ley del bien. Esa consciencia moral es lo esencial del abogado cualquiera que sea la función que cumpla".

"La recta administración de justicia exige hombres sabios, Sócrates el de la mayéutica enseñaba que la sabiduría se identifica con el bien y la ignorancia con el mal. Su prédica puede encerrarse en esta fórmula: se es malo porque se es ignorante. Para que domine la justicia, reina de todas las virtudes, necesitamos hombres sabios. Podría pensarse que esta exigencia implica esfuerzos sobre humanos, de perfección académica y científica, pero no es así. Los ingleses repiten un proverbio según el cual el buen juez debe ser justo, honesto, trabajador, estudioso, inteligente, sensato, ecuánime y si sabe algo de derecho no importa", alegó el Magistrado.

Recordó que en el escenario de la cuarta república el Estado venezolano estaba en deuda con el Poder Judicial, pues no suministraba a los jueces las herramientas teóricas, los recursos y la infraestructura necesaria para el cabal desempeño de tan delicada misión. Destacó que la selección de los jueces "obedecía a motivaciones de índole mafiosa y política". Y aunque señaló que en ese sentido ha habido un cambio, reconoció "con humildad que aún a esta fecha no poseemos el Poder Judicial que por derecho constitucional y por derecho propio nos corresponde. No obstante, los denodados esfuerzos realizados, fundamentalmente en los últimos cinco años a través del plan de transformación estructural para la modernización del Poder Judicial", cuyos resultados se evidencian en la Jurisdicción Laboral, "éxito extraordinario y sin precedentes", que es considerada según afirmó "como la más moderna y eficiente del mundo".

En relación con la modernización del Poder Judicial anunció la profundización del proceso de transformación, reestructuración y consolidación. Los pilares fundamentales de este proceso son la evaluación institucional de todos y cada uno de los circuitos judiciales que determine valores reales en cuanto al funcionamiento de los tribunales, comportamiento ético de los jueces y personal administrativo, la idoneidad para el desempeño de los cargos, la puntualidad y la dedicación a sus delicadas funciones, sobrevalorando el aspecto relacionado con el equilibrio que debe haber entre sus ingresos y su nivel de vida.

Destacó que el resultado de esa evaluación, decretada en Sala Plena, permitirá desincorporar personal por jubilación, suspensión o remoción y, para ello, también se tomará en consideración el tiempo de servicio, enfermedad e incumplimiento de las actividades, entre otros aspectos.

De igual modo, se planteó profundizar a través de la Escuela Nacional de la Magistratura, la formación y selección del nuevo juez que requiere el país; es decir, aquel que en su conjunto posea plena convicción ética, capacidad para escuchar y razonar, dotado de equilibrio emocional y actitud para el trabajo, que sea tenaz y constante, que tengan coraje, paciencia y vocación de servicio y además sea poseedor de una amplia cultura general y jurídica.

Este proceso de capacitación, concurso y evaluación permitirá superar 80% de titularidad en la actualidad, y "sepultar para siempre esa rémora que significó la provisionalidad de nuestros jueces".

Como otro pilar o línea fundamental del proceso, mencionó el trabajo conjunto con la Asamblea Nacional, el marco del principio de la colaboración o cooperación de las ramas del Poder Público. El objetivo es que a través de comisiones empleadas a tal fin, los magistrados, los asistentes y los jueces puedan participar en la elaboración, difusión y consulta pública, cuando fuere posible, del paquete de leyes que requieren las instituciones y fundamentalmente los justiciables. "No es posible que normas preconstitucionales, en algunos casos reñidas con los principios establecidos en nuestro máximo texto, sigan vigentes; porque con ello lo que se logra es generar confusión y se obstruye el nuevo país que entre todos estamos construyendo. Para nadie es un secreto que los justiciables claman con urgencia por la reforma del Código Penal, por la reforma del Código Procesal Penal, del Código de Comercio, del Código Civil, del Código de Procedimiento Civil, de la Ley Orgánica del Trabajo, del Código de Ética del Juez, de la Ley Orgánica del Sistema Judicial, de la Ley de Responsabilidad Política del Funcionario Público, de la Ley contra la Corrupción, de la Ley de la Propiedad Social", entre muchas otras leyes.

En tal sentido, dijo que por lógica elemental es necesaria y fundamental la presencia activa y creativa de los magistrados. "No podemos ser ajenos a la conflictividad social (...) El profundo reclamo que emerge del pueblo debe ser atendido con urgencia y en esa tarea tiene mucho que hacer nuestro Sistema de Justicia".

Sembrando la semilla de la justicia

Por su parte, el juez rector, coordinador laboral y presidente del Circuito Penal de la entidad falconiana, Fredis Ortuñez Ávila, durante su intervención hizo un balance de las actividades judiciales desarrolladas en el 2008, sin dejar de reconocer en su discurso el esfuerzo del Tribunal Supremo de Justicia por modernizar el Poder Judicial.

En tal sentido, recordó que en 1999, en el estado Falcón, solo existían 40 tribunales de los cuales 10 eran de primera instancia y de estos, cuatro eran penales, cinco civiles con competencia múltiple y un tribunal de instancia en materia de menores; además de dos tribunales superiores penales, un tribunal superior civil y 27 tribunales de municipio y parroquia. Es decir, más de 70% de los tribunales eran de municipio.

"En esta época había un retardo procesal alarmante. La jurisdicción penal tenía 80% de retardo, asimismo la jurisdicción civil. Es necesario destacar esto porque gracias al esfuerzo del Tribunal Supremo de Justicia, a través de cada una de sus salas, en la actualidad existen en el estado Falcón 79 tribunales, lo que equivale a 97,75% de creación de órganos jurisdiccionales en los últimos nueve años", destacó el Juez Rector.

Resaltó dentro de este porcentaje, la creación de los tribunales especializados. Falcón cuenta en la actualidad con un Circuito Judicial Penal integrado por dos extensiones (Coro y Tucacas); dos circuitos laborales conformados por 11 jueces especializados; un Circuito de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes y un Tribunal Superior Contencioso Administrativo, que comenzó sus funciones recientemente.

"Esta es la realidad que conseguimos sembrada en todo el país, dándole una verdadera respuesta a esta necesidad acumulada durante años, como una gran deuda social y que hoy el Estado venezolano a través de sus instituciones fundamentales, una de ellas el Poder Judicial, está saldando con un modelo de justicia accesible y de manera expedita para todos aquellos ciudadanos que en un momento determinado tienen que acudir a ella".

Afirmó que el Poder Judicial, a través del Tribunal Supremo de Justicia, ha sembrado en cada uno de sus jueces y sus juezas la semilla de la justicia en estos últimos 10 años. "Hoy estamos a tiempo de cosechar esos grandes esfuerzos".

Evaluando la gestión

Al referirse a la labor desarrollada en el estado destacó que en la Jurisdicción Civil ingresaron 2.285 causas y se resolvieron 2.529, lo que evidencia el esfuerzo de los jueces en resolver todos los asuntos puestos a su consideración; en la Jurisdicción Laboral (Coro y Punto Fijo) ingresaron 2.529 y se resolvieron 1.835, 90% fueron resueltos en fase de mediación; es decir, que solo 10% pasó a la fase de juicio. Explicó que el número de ingresos es mayor que los resueltos en virtud de que estas permanecen durante cuatro meses en la fase de mediación. La ley da la oportunidad al juez para que durante ese tiempo, logre resolver el conflicto durante la mencionada fase. Es por ello que no se puede hablar de retardo procesal en esta jurisdicción, colocando a Venezuela en líder mundial en resolución de conflictos, alegó.

En la Jurisdicción Penal ingresaron en fase de control 4.759 causas y se resolvieron 2.998, en fase de juicio ingresaron 390 y se resolvieron 365 y en fase de ejecución 413 y fueron resueltas 226. Quedan por resolver unas 187 causas pendientes por otorgamiento de beneficio debido al incumplimiento por parte del solicitante de algunos de los requisitos.

Destacó la actuación de los jueces itinerantes de las extensiones Coro y Punto Fijo, quienes ayudaron en la disminución del retardo procesal de la Jurisdicción Penal en la fase de juicio. A la fecha estos profesionales han resuelto 99% de los asuntos.

Finalmente, afirmó que en Falcón se cumple con la garantía de acceso a la justicia, porque han ido venciendo el retardo procesal.

Al acto asistieron María Auxiliadora González, Magistrada suplente del TSJ; Luis Chirinos, representante de la Dirección Ejecutiva de la Magistratura; José Oquendo, titular de la Dirección Administrativa Regional; Jesús Montilla, ex gobernador del estado; Rafael Gil, abogado asistente de la Sala de Casación Social del TSJ; jueces, juezas, autoridades legislativas y funcionarios judiciales del estado Falcón.