jueves, 10 de enero de 2002
Magistrado Alberto Martini Urdaneta:
EN EL TRIBUNAL SUPREMO TRABAJAREMOS INCANSABLEMENTE EN RESPETAR Y HACER RESPETAR LA CONSTITUCIÓN Y SUS LEYES
Así lo señaló el Presidente de la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia, durante el discurso de orden que pronunció con ocasión del acto solemne de Apertura de las Actividades Judiciales 2002-2003, al que asistieron numerosas personalidades de la vida nacional, encabezadas por el Presidente de la República, Hugo Chávez Frías.







Durante su discurso, el Dr. Martini Urdaneta señaló que es imprescindible que las diferencias y los conflictos de intereses de cualquier orden puedan debatirse en escenarios democráticos y participativos en los que el diálogo más que un valor se convierta en una herramienta para la construcción de los consensos y disensos propios de un sistema democrático.

El Presidente de la Sala Electoral, Magistrado Alberto Martini Urdaneta, Orador de Orden en el acto solemne de Apertura de las Actividades Judiciales 2002-2003, expresó en el Auditorio Principal del Tribunal Supremo de Justicia ante el Pleno de los Magistrados que lo integran y el Presidente de la República, Hugo Chávez Frías, que trabajaran incansablemente –los magistrados del TSJ- para respetar y hacer respetar la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y sus leyes, “esto lo haremos sin descanso y sin pausa, sin presiones y sin traumas, en forma transparente y creíble, con total autonomía y soberanía.

 

“GOBERNABILIDAD Y JUSTICIA”

En el discurso, el Magistrado hizo una amplia reflexión acerca de la “Gobernabilidad y la Justicia”, al respecto señaló que ambas representan un factor de vital importancia en el momento histórico que vive el país, “en el que el Poder Judicial y, en especial, el Tribunal Supremo de Justicia se ha convertido en la caja de resonancia de los problemas de gobernabilidad que nos ha tocado vivir, cuya función parece consistir con frecuencia, no sólo en dirimir disputas, sino también en resolver problemas que otras instituciones no afrontaron, no pudieron o simplemente no trataron de manera satisfactoria”, manifestó el Dr. Martini Urdaneta.

Señaló que desde la entrada en vigencia de la Constitución de 1999, el alto tribunal del país se ha constituido en una instancia requerida ampliamente por diversos sectores de la sociedad en demanda de protección de sus derechos y ante la necesidad de la interpretación de las nuevas normas constitucionales que ahora nos rigen, “al Tribunal le ha correspondido asumir la tarea histórica de hacer los ajustes necesarios sobre la base de los principios y valores de la Constitución para garantizar la gobernabilidad democrática”.

Al continuar con su exposición acerca de la gobernabilidad, el Dr. Martini Urdaneta indicó que la misma “se sustenta en el conflicto político, a la vez que lo regula, proveyendo un marco regulatorio e institucional para su resolución”, agregó que “la gobernabilidad democrática viene entendida como la capacidad de los gobiernos para ejercer el poder político democrático de forma continua en condiciones de legitimidad, especialmente en circunstancias de crisis”.

Al respecto el Magistrado precisó que el contexto democrático actual exige una gobernabilidad con responsabilidades compartidas e impone la imperiosa necesidad de lograr el consenso requerido para reformar la arquitectura institucional del Estado y contribuir en la definición de verdaderas políticas públicas al servicio de la justicia y de los ciudadanos.

 

LA MISIÓN DE LOS ENCARGADOS

DE ADMINISTRAR JUSTICIA EN EL PAIS

Recordó la misión que tienen los magistrados, jueces y juezas del país en aras de conservar el equilibrio y la armonía de la gobernabilidad democrática en Venezuela. “Como administradores de justicia, estamos llamados a garantizar y aplicar en forma progresiva los valores expresos o implícitos que contiene nuestro sistema de convivencia social, lo cual nos permite avanzar hacia la consolidación de la justicia”, además agregó que los jueces y juezas tienen un compromiso permanente e irrenunciable con la democracia participativa, el estado social de derecho y la eficacia del sistema de administración de justicia.

El Presidente de la Sala Electoral del TSJ expresó ante los asistentes del acto solemne de Apertura de las Actividades Judiciales 2002-2003, que están conscientes del proceso de cambio y de transformación política, social, económica, educativa, cultural que vive el país y que el reto que se plantea es profundizar la democracia, “y cuando hablamos de democracia nos referimos a los principios y valores que rigen a la sociedad y a las instituciones del Estado, y en este sentido, no existe democracia sin ciudadanía”.

 

DIFERENCIAS Y CONFLICTOS DEBEN

DEBATIRSE EN ESCENARIOS DEMOCRÁTICOS

El Dr. Alberto Martini Urdaneta dijo durante su discurso que en los últimos años afloró con vehemencia la necesidad de establecer un dialogo, debido a las confrontaciones que se han suscitado en el escenario venezolano. Agregó que dichas confrontaciones no deben generar situaciones de violencia que pongan en peligro la convivencia y la tranquilidad de los ciudadanos, por lo que –señaló- se hace importante que las diferencias y los conflictos de intereses de cualquier orden puedan debatirse en escenarios democráticos y participativos en los que el diálogo más que un valor se convierta en una herramienta para la construcción de los consensos y disensos propios de un sistema democrático.

 

LA COLABORACIÓN ENTRE LOS PODERES

ES VITAL Y UN MANDATO CONSTITUCIONAL

En la actualidad venezolana –expresó el Orador de Orden- uno de los supuestos del Estado de Derecho, que cobra mayor importancia, es el referido a la independencia y autonomía de las instituciones para que las mismas puedan servir al cumplimiento de una serie de funciones esenciales; “esto significa el poder ejercer el control político jurisdiccional y administrativo de los actos de los poderes públicos, control que debe estar orientado a garantizar el respeto a la Constitución, al ordenamiento jurídico y a la legitimidad de las instituciones”.

La colaboración entre los poderes es vital y un mandato constitucional, dijo, pero aclaró que esto también significa que en función del equilibrio interinstitucional, “no puede haber un Poder que se sobreponga a otro, sino que debe existir armonía en las funciones de estos Poderes Públicos”.

Al referirse al tema de la justicia, el Dr. Alberto Martini Urdaneta recordó que constitucionalmente la Justicia es un modelo de Estado, un valor o fin del mismo; un derecho de los ciudadanos; un poder y un servicio que presta el Estado. Al respecto advirtió que la Carta Magna “nos plantea una nueva institucionalidad, lo cual implica nuevos paradigmas en el ejercicio de la función pública, tal como lo constituye el cumplimiento de la función de administrar justicia al servicio de los ciudadanos, fundamentándose en los principios de honestidad, participación, celeridad, eficacia, transparencia, rendición de cuentas y responsabilidad en el ejercicio de la función pública con sometimiento pleno a la ley y al derecho”.

El magistrado expresó que como protagonistas de este momento histórico que vive el país, al máximo tribunal le corresponde, por mandato constitucional, resguardar el equilibrio entre la realidad político social y los principios y valores establecidos en la Constitución, destacándose como fundamental la Justicia.

 

TRABAJO INCANSABLE DE LOS MAGISTRADOS DEL TSJ

“Tarea difícil pero sin duda posible”, destacó el magistrado, pero reiteró que el Pleno de los magistrados que integran el Tribunal Supremo de Justicia trabajaran incansablemente para respetar y hacer respetar la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y sus leyes, “esto lo haremos sin descanso y sin pausa, sin presiones y sin traumas, en forma transparente y creíble, con total autonomía y soberanía, para coincidir cuando tengamos que coincidir con los distintos Órganos del Poder Público: el Municipal, el Estadal, el Nacional, el Legislativo, Ejecutivo, Judicial, Ciudadano y Electoral; o coincidir cuando así sea necesario con los diferentes grupos sociales organizado, o para coincidir con cualquiera de las personas naturales o jurídicas, que en forma solidaria intervienen en este proceso de cambio y transformación, cuyo denominador común, por mandato constitucional, es la Justicia y en particular la Justicia Social”, concluyó el magistrado Alberto Martini Urdaneta su Discurso de Orden.

Autor:
  prensa TSJ

Fecha de Publicación:
  10/01/2002

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