Erna Perfetti, coordinadora de la Comisión de Implementación de los Equipos Multidisciplinarios disertó sobre los "Aspectos psicológicos del testimonio de niños, niñas y adolescentes", en la continuación del X Foro: Derecho de la Infancia y de la Adolescencia, que se lleva a cabo en el Máximo Tribunal del país.

Allí manifestó que "los jueces y las juezas, todo lo que tenga que ver con operadores de justicia, pienso que deben incorporar a su conocimiento todo lo relacionado con la psicología forense. Son conocimientos y técnicas que pueden servir al Juez a la hora de abordar a un niño, niña o adolescente que ha sido víctima, que ha sido testigo de un delito o de la violencia intrafamiliar". 

Recordó en su intervención que el artículo 480 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño, Niña y Adolescente establece lo relacionado al testimonio de los niños, niñas y adolescentes (NNA), en el marco de la doctrina de la protección integral, en concordancia con el artículo 78 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que los reconoce como sujetos plenos de derecho y por lo tanto gozan de capacidad jurídica progresiva, especialmente para participar en los procedimientos judiciales como testigos.

Indicó que el mencionado artículo es "un avance normativo por dos cosas, primero porque hay una ausencia de restricción de edad para admitir la prueba del testimonio (...) en cambio más bien prevalece el criterio de la madurez mental del niño y no el de la edad como un criterio único y fijo". En segundo término precisó Perfetti que otro adelanto lo constituyen las regulaciones específicas y el diferenciar el procedimiento del caso de los adultos. 

También explicó la manera adecuada de recoger el testimonio del niño, niña o adolescente. En ese sentido indicó, entre otros elementos, que el juez o jueza de protección debe adaptar las preguntas a las circunstancias y características del NNA; formular las preguntas evitando la victimización (preguntas inquisitivas, intimidatorias, expresiones sarcásticas, irónicas, de juicios de valor, frases estigmatizantes, discriminatorias, irrespeto de silencios o de negativa).

En su exposición, Perfetti recordó que los niños, niñas y adolescentes "son personas únicas y valiosas y, como tales, se deberán respetar y proteger en cuanto a su dignidad, necesidades particulares, sus intereses y su privacidad", por lo que se debe dar un trato digno, sensible, constructivo y tranquilizador; utilizar palabras familiares y sencillas. No técnicas ni jurídicas y escuchar atentamente y tomarse el tiempo necesario para el acto procesal, respetando sus silencios y ritmo del relato.