Trujillo (Especial) Al pronunciar su discurso de orden durante la sesión solemne que dio inicio a las Actividades Judiciales en el estado Trujillo, la presidenta del Tribunal Supremo de Justicia, magistrada Luisa Estella Morales Lamuño, expresó que "el Poder Judicial es el encargado de enfrentar con beligerancia la injusticia, para que podamos lograr la paz social. En esta labor, el juez debe ser muy transparente en su función y generar confianza en el sistema de justicia".

            Por ello exhortó a los jueces y juezas de la entidad a redefinir su rol en la sociedad y a buscar la paz con leyes que lleven a la igualdad, toda vez que "el juez debe infundir respeto con sus actuaciones y defender un Poder Judicial que tenga como soporte la transparencia y la eficacia". 

            A la sesión solemne, realizada en el Country Club de esta capital, asistieron el Juez Rector de Trujillo, Adrián Meneses; la presidenta del Circuito Judicial Penal de la entidad, Rafaela González;  la fiscal superior, Hilda Villanueva; y el director general de Recursos Humanos de la Dirección Ejecutiva de la Magistratura, Gustavo Valero, entre otras autoridades judiciales y del resto de los poderes trujillanos.

Durante su disertación, la magistrada presidenta dijo ver con esperanza la evolución del Sistema Judicial en Venezuela, representado no solo en la labor del TSJ, en su  gestión tanto judicial como administrativa, sino también en cada uno de sus jueces. "Pero no se trata solamente en desempeñarnos como buenos jueces, debemos constituirnos en ciudadanos ejemplares, en constructores de una sociedad próspera y respetuosa de los valores humanos, eso es fundamental", recalcó.

"La actuación del juez debe estar siempre guiada y dirigida en función de los valores éticos, atendiendo al comportamiento humano, ya que el juez antes de todo es un ser humano, un ciudadano más, el juez debe ser ciudadano, ya que el juez debe velar no solamente por esos aspectos de derecho privado, sino también que el juez debe velar por el comportamiento de la sociedad", insistió.

"Hoy estamos destruyendo una generación de jueces que nunca entendieron que el derecho es un arma para la justicia y no para las prebendas personales", reiteró, al tiempo que pidió a los jueces trujillanos no satanizar la reflexión "cuando se cuestionen principios y dogmas sin incorporarse a la crítica severa del sistema judicial, que permite cimentar los valores de la moral y probidad, para enfrentar con ideas concretas las debilidades del Poder Judicial".

 De allí el ejercicio hecho por al Alto Tribunal del país, de aprovechar el inicio de las actividades judiciales en cada una de las entidades del país, como una oportunidad para los cambios, "cuyo escenario obliga a los operadores de justicia y la sociedad interactuar sobre un sistema transparente, accesible y predecible, que permita rescatar la credibilidad y la libertad y promueva la paz social", a través de un sistema de justicia confiable.

LA ETICA COMO PROBLEMA FUNDAMENTAL

"El problema fundamental para el juez es la ética, indudablemente y sólo con un profundo conocimiento del ser humano, podrá lograr transformar el hecho social en sentencia justa, eso es ética, en otros campos de la vida y de la historia donde la interpretación desarrolla una actividad, es mas difícil que surja un equívoco como los que surgen en el campo del derecho, cuando confundimos el fin con la forma",  dijo la magistrada presidenta para referirse a un tema que ha sido uno de los puntos fundamentales de su mensaje a las regiones donde ha participado como oradora de orden de los actos de Apertura Judicial.

"Hoy día en nuestra constitución el proceso no es una forma, es en sí un derecho, un derecho que nos iguala. Por eso hablamos de un juez nuevo, y yo me siento jueza nueva, que tiene una visión de más peso y más noble, es decir esta visión es no descartar las técnicas del derecho, pero teniendo claro que por sí solas las técnicas del derecho no dan solución a los conflictos sociales, es una tarea fuerte, debemos afinar la interpretación", expresó.

Finalmente, la magistrada presidenta exhortó a los jueces a comprometerse con los cambios que imponen los nuevos tiempos y alertó sobre lo imperante para el Poder Judicial de estar integrado por personas probas, humildes, honestas y con una amplia perspectiva social, cuya integración institucional permita alcanzar un Poder Judicial impecable.

Al cierre del evento, la magistrada presidenta recibió la Orden Ciudad de Trujillo en su primera clase, entre otros reconocimientos, por su destacada labor judicial. Y correspondió a la Orquesta Sinfónica de Trujillo la interpretación del Himno Nacional de la República Bolivariana de Venezuela, del estado andino y el concierto de gala, bajo la dirección del maestro José Luís Cegarra.