El magistrado de la Sala de Casación Penal del Tribunal Supremo de Justicia, Héctor Coronado Flores, aseguró durante su Discurso de Orden en la Sesión Solemne con motivo de la Apertura del Año Judicial en el estado Miranda, que entre los magistrados y magistradas del TSJ "existe la convicción y el sagrado deber  de garantizar algo muy importante en un Estado Democrático de Derecho, como lo es la administración de justicia tomando como punto de partida el prisma de la imparcialidad, la transparencia y la ausencia del miedo."

            Comenzó su intervención el Magistrado haciendo una remembranza histórica del estado Miranda, expresando, entre otros aspectos, que los mirandinos deben estar satisfechos de que la entidad descansa, con sus méritos, en dos columnas invencibles de la independencia venezolana, Francisco de Miranda y el indio Guaicaipuro. 

            Expresó que es innegable que Venezuela vive un momento histórico de transformación social, política, cultural y económica, "siendo la justicia el epicentro fundamental (") debemos estar de acuerdo que las soluciones estructurales de un Estado, deben fundamentarse en una verdadera justicia social", por lo que hizo un llamado a los jueces y juezas "para hacer sentir su ética y su profesionalismo en el cumplimiento y transparencia en la administración de la justicia, con el conocimiento de la primacía de la Constitución nuestra  y el acceso a ella, como lo disponen  los  artículos 7 y 26 de nuestra Carta Magna."

            Invitó a los jueces, defensores públicos, fiscales del Ministerio Público, abogados litigantes y hasta el último funcionario del Poder Judicial, "que construyamos ese batallón de soldados como operadores  en la administración de la justicia  con el consabido deber de que somos intérpretes de un Estado que garantiza una justicia gratuita, accesible, imparcial, idónea, transparente, autónoma, responsable, equitativa y expedita sin dilaciones indebidas, sin formalismos o reposiciones inútiles y que en verdad el proceso constituya el instrumento fundamental para la realización de la Justicia, tal y como lo registra nuestra Carta Magna."

            Aseguró el magistrado Héctor Coronado que entre los magistrados y magistradas del Tribunal Supremo de Justicia, "existe la convicción y el sagrado deber  de garantizar algo muy importante en un Estado Democrático, de Derecho como lo es la administración de justicia tomando como punto de partida el prisma de la imparcialidad, la transparencia y la ausencia del miedo, para que esta justicia impartida por los jueces llegue hasta el pueblo investida de una equidad probada."

            Prueba de ello, manifestó, es el cumplimiento de lo pautado en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en el sentido de que el ingreso a la carrera judicial y el ascenso de los jueces o juezas se haga por concursos de oposición  pública, para asegurar la idoneidad y la excelencia de los o las participantes, lo cual contribuye a una justicia transparente y autónoma.

            "No podemos desconocer y lo digo con orgullo de venezolano  y ante el mundo que esta vigésima séptima Constitución de la República Bolivariana de Venezuela dedica  un punto resaltante cuando se refiere a la justicia y que la misma  descansa  en el Poder Judicial  y la constitución del Sistema de Justicia", señaló el Magistrado.

PODER JUDICIAL GARANTE DE LA DEMOCRACIA

            Agregó que "debemos estar de acuerdo que el Poder Judicial es el único garante, sostén y piedra fundamental para que se mantenga el sistema democrático venezolano y se consolide la democracia en cada Estado.  Es el Poder Judicial que nosotros queremos lograr y desarrollar.  Estoy convencido que en esta idea convergen los otros colegas magistrados del Tribunal Supremo de Justicia, convencidos que nuestra Constitución tiene como objetivo fundamental, como es  "" el fin supremo de refundar la República para establecer una sociedad democrática, participativa y protagónica, multiétnica  y pluricultural en un Estado de justicia"""  

            También en su Discurso de Orden abordó el tema de la seguridad y la crisis penitenciaria. Recordó que en una oportunidad fue designado miembro permanente de la Comisión Presidencial para atender la Emergencia Carcelaria en representación del TSJ, por lo que se visitó  gran parte de  los centros de reclusión del país, en las que tomó en cuenta la presencia de los jueces dentro de los recintos carcelarios y conocer de manera directa los problemas e inquietudes de las personas allí recluidas.

            Para el magistrado Coronado a los tribunales de ejecución le corresponde diseñar y ejecutar políticas que produzcan un mejoramiento de las condiciones actuales de las cárceles venezolanas, además manifestó en su intervención que esta labor "no es para que el Juez se quede sentado en el escritorio observando los acontecimientos desde lejos, debe estar presente en toda la movilidad del régimen y atender con propiedad  y prontitud los distintos planteamientos que se le hagan  a objeto de hacer de esta labor de ejecución una actividad cónsona y auténtica con el Estado de  Derecho."

            Recordó Coronado Flores que la justicia es un servicio público como lo es la salud y la educación, "que a ella tenemos acceso sin discriminación alguna y sin importar su estrato ni origen, pero que en este punto  y para que sea una buena administración de justicia, es necesario  además del aporte del Gobierno Central, deben agregarse los  Organismos Públicos y Privados así como los entes  del gobierno del Estado encabezado por sus gobernadores y alcaldes." 

            En ese sentido reconoció los aportes de la Gobernación y del Consejo Legislativo del estado Miranda,  hecha a través de la Comisión Penitenciaria del estado Bolivariano de Miranda e igualmente de Fundaciones en apoyo a las Unidades de Salud Médico-Odontológicas  y hasta la donación de una unidad de ambulancia contentiva de equipos con tecnología de punta, para cubrir las emergencias de los internos, trabajadores y visitantes de los Centros de Reclusión de Yare I y II, entre otras cosas.

            Para concluir su Discurso de Orden, el magistrado Héctor Coronado proyectó una serie de fotografías, sobre sus visitas carcelarias, haciendo un llamado a todas y todos a tener sensibilidad humana para contribuir en una problemática que involucra a toda la sociedad.

JUEZ CON CONCIENCIA SOCIAL

            Las palabras de apertura de la sesión solemne estuvieron a cargo de la juez rectora y presidenta del Circuito Judicial del estado Miranda, Marina Ojeda Briceño, quien expresó que la labor del Juez con conciencia social "debe ser amparar al humilde, proteger al desposeído, ayudar al menesteroso, al débil jurídico, para que la justicia se convierta realmente en un medio de paz y no sea un instrumento de poder. Entonces constituye un deber para el Juez con conciencia social practicar y hacer efectivo el desideratum contemplado en nuestra Carta Magna y en tal sentido garantizar así una justicia accesible, imparcial, idónea, transparente, autónoma, independiente, responsable, equitativa, expedita, gratuita y sin dilaciones indebidas".        

            Esta actividad se desarrolló en el Teatro-Intevep, en la ciudad de Los Teques, estado Miranda y contó con la asistencia, entre otros, de Francisco Ramos, coordinador general de la Dirección Ejecutiva de la Magistratura; Haydée Contreras, Fiscal Superior

del estado Miranda; Alirio Mendoza, secretario general de Gobierno; Raiza Bastardo, defensora del pueblo de la entidad; Marino Colmenares, director de la Oficina Regional Electoral del estado Mirada; Omaira Camacho, procuradora de ese estado y Marlene González, directora administrativa regional. 

            En el marco de la Sesión Solemne, el magistrado Héctor Coronado, fue condecorado por el Concejo Municipal del municipio Guaicaipuro, con la Orden Guaicaipuro en su Primera Clase, por su impecable trayectoria profesional y su apoyo a la Comisión Penitenciaria del estado Bolivariano de Miranda. Igualmente el Poder Judicial de la referida entidad entregó una placa de reconocimiento al Magistrado, para luego concluir la actividad con interpretación de la Coral del Poder Judicial mirandino.