"La madre venezolana es la protagonista actual, que anda en la búsqueda de un trato igual ante la Ley, dentro de la sociedad, en el trabajo y en el hogar", así lo manifestó la Magistrada Yolanda Jaimes Guerrero, vicepresidenta de la Sala Político Administrativa, durante el homenaje que rindió el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), a todas las madres que laboran en la Institución, con un concierto a cargo de la cantora venezolana Lilia Vera y su grupo.

Para la Magistrada, esa lucha está acompañada de la fe y el compromiso demostrado por el Máximo Tribunal de la República para consolidar la Justicia de Género, el cual propició una jurisdicción especial con la creación de tribunales de violencia contra la mujer; y más recientemente conformando la Comisión Nacional de Justicia de Género del Poder Judicial, cuyas funciones son las de prevenir, sancionar y erradicar estos hechos.

La Dra. Jaimes Guerrero, quien también es Coordinadora de la Comisión para el Análisis de la Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, en lo relativo a la creación de los Tribunales Especiales, expresó que el Día de las Madres, "debe ser todos los días y todos los meses del año (") ésta no debe ser una celebración más, es un día -de por sí- merecido por todas las mujeres que trabajan en este Tribunal y sobre quienes además recae la inmensa responsabilidad de ser madres".

En este sentido, precisó que esta fecha debe ser la oportunidad para asumir "sin vacilación y sin descanso, esta jornada por la igualdad de los derechos que a todas y a todos nos incumben".

En su emotivo discurso, la Vicepresidenta de la Sala Político Administrativa, hizo énfasis en que la madre de estos tiempos, que vive y se desenvuelve en un Estado Democrático y Social de Derecho y de Justicia, tiene derecho a disfrutar  del progreso de la ciencia en todos los campos de la salud.

Esto incluye -según la Magistrada- "la salud reproductiva, el derecho a la libertad y seguridad personal que impide ser sometida al trato inhumano o degradante; el derecho a la autonomía para decidir el número de hijos que desea; el derecho a su intimidad que le permita decidir libremente sobre sus funciones de procreación; el derecho de contraer matrimonio o no; y el derecho a modificar las costumbres nocivas a su salud tal es el caso de la violencia obstétrica, prevista y sancionada en la Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia".

Recalcó que sus palabras iban dirigidas a la madre que es "primera en el trabajo y la última en el reposo, la que debe seguir activa, cueste lo que cueste, cansada y agotada para atender a los niños, a la familia, a la sociedad, a través de mil noches sin aurora".

De tal manera que pidió un reconocimiento para esa madre, que en el esfuerzo y en la lucha por transformar la sociedad y liberarla de ataduras, "es una fuerza de trabajo que sirve para construir un mundo donde -en comunidad con el hombre- surja por fin una esperanza, un futuro, un destello de luz, una patria nueva", citando al líder popular africano Tomás Ankara.