Once familias que debieron ser desalojadas de sus hogares en noviembre del año 2010 y permanecían alojadas en el refugio habilitado por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) en la Torre Falcón, situada en la avenida Casanova del municipio Libertador, se incluyeron entre los 602 grupos familiares que recibieron nuevos apartamentos el pasado sábado 27 de agosto en el urbanismo Ciudad Caribia, situado entre Caracas y el estado Vargas, en la zona conocida como Camino de los Indios.
En dicha actividad, que se desarrolló mediante un contacto con el Consejo de Ministros que encabezaba el presidente de la República, Hugo Chávez, fueron adjudicadas las viviendas a familias provenientes en su mayoría de sectores declarados de alto riesgo como Blandín, Federico Quiroz y Nueva Tacagua.
Atención desde el primer momento
La economista Isabel Valdivia, gerente de Planificación del TSJ, indicó que la atención a las familias afectadas, que en este caso son grupos cuyo algún integrante labora para el Alto Juzgado de la República, ha sido una prioridad desde que se presentó la contingencia. "Nosotros como Tribunal Supremo de Justicia ya desde hace tres años atendemos a las parroquias La Pastora, San José y la Altagracia como parte del compromiso social de la institución. Y desde septiembre de 2010 habíamos iniciamos una especie de plan de contingencia con las familias damnificadas de esas zonas, porque ya en esa época habían comenzado las lluvias".
Acotó que al ocurrir el deslave de diciembre ya se tenía aprobado por la Junta Directiva del TSJ un plan de donaciones, que estaba concebido como un programa de atención para cubrir las necesidades básicas de los afectados, tales como la dotación de pañales, sábanas y abrigos. "Cuando empezamos a atender a los afectados de esas zonas fue que constatamos que también habían trabajadores nuestros, del Poder Judicial, entonces pasamos esa información a la Junta Directiva y es cuando la magistrada Luisa Estella Morales Lamuño, presidenta del TSJ, decide crear en la Torre Falcón, perteneciente a la Dirección Ejecutiva de la Magistratura, un refugio para las familias afectadas".
Precisó que luego de tener a todos los refugiados ubicados, la experiencia les mostró que no bastaba el techo y la comida, que no era un esfuerzo suficiente, ya que debía haber vinculación con el proyecto de vida de esas familias. Relató que fue en ese momento cuando la Presidenta del Tribunal Supremo de Justicia decidió crear una Sala Situacional, para atender al refugio no sólo en lo básico (alimentación, medicinas, enseres, ropa, cambio de zonificación de estudiantes, escolarización de no escolarizados), sino ir más allá.
Dijo que en la Sala Situacional participan sicólogos, sociólogos, trabajadores sociales, abogados y educadores, todo un equipo multidisciplinario para la completa atención al individuo. "Hoy podemos decir que cada familia atendida tiene su proyecto de vida, sabemos cuáles son sus expectativas, sus esperanzas. Y es un trabajo que no finaliza con el hecho de que hayan recibido del Ejecutivo Nacional su vivienda, sino que tal como lo ha instruido la Presidenta del TSJ, ellos no quedan solos, seguimos acompañándolos en su proyecto de vida y en su evolución".
Valdivia expresó que si bien en esta oportunidad se reubicó a once familias, posteriormente esperan ir concretando que sean beneficiadas con entregas de viviendas las demás que permanecen refugiadas en los espacios que atiende el Poder Judicial, de acuerdo a la zona donde residían y en concordancia con la oferta de urbanismos que está construyendo el gobierno nacional.
Agradecidos por el apoyo
Verónica Romero, quien residía en sector El Infiernito en la carretera vieja Caracas - La Guaira, expresó su alegría por recibir su casa: "Mi antigua vivienda se agrietó toda y por eso tuve que salir de allí. Mientras estuve en el refugio la atención de las autoridades del Poder Judicial ha sido de primera".
Por su parte, Gerturdis Carreño, otra de las beneficiarias, dijo: "Cuando me dijeron lloré de la alegría. Somos cinco en mi familia, mis tres hijos y mi pareja. Yo no lo podía creer. Ahora en nuestro nuevo hogar podemos hacer planes, que mi hijo termine de estudiar y yo podré ir a la Universidad".
Andreína Cuevas es otro de los testimonios vivientes de la situación de afectación por las precipitaciones. Vivió por dos años en una humilde vivienda a las orillas de la carretera vieja Caracas - La Guaira hasta que tuvo que ser desalojada. "Desde noviembre estuve en la Torre Falcón. Estamos muy agradecidos por toda la atención que nos dieron las autoridades del Tribunal Supremo de Justicia y de verdad le damos las gracias. Ahora tengo una gran motivación para seguir adelante, junto a mi pareja y mis dos hijos. Estoy muy feliz, valió la pena esperar y confiar".
Ledis García, junto a su esposo Benito Villegas, miraban complacidos el nuevo apartamento que desde el sábado empezaron a habitar: "Toda la vida estuvimos residiendo en un sector de la carretera vieja Caracas - La Guaira hasta que tuvimos que partir de allí por el alto riesgo. Mientras estuvimos en el refugio la atención de las autoridades judiciales ha sido excelente, vivimos momentos muy difíciles y de verdad recibimos una gran ayuda. Siempre tuvimos fe, en alguna oportunidad pensamos que no saldríamos del refugio pero ahora estamos aquí en nuestra propia vivienda, que la vemos cómoda, amplia, no pensábamos que fuese tan espaciosa. Ya tenemos nuestro propio techo, nuestro hogar para salir adelante con nuestros dos hijos", expresó. |